Poco a poco la esfera de cristal en mi pecho que iluminaba mi corazón se resquebraja por la incertidumbre de nuestro encuentro, por que ahí donde estaba solo queda la ausencia de la certidumbre.
Mientras tu copa vacía se llena a gotas de lo que mas temía, la mía se desase en el olvido y ne la negacion de lo dicho entre letras y oscuros.
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